Chile es un país privilegiado para la producción de vinos, su clima de características mediterráneas, con cuatro estaciones muy bien definidas, sumado a una geografía y topografía singular con el desierto más árido del mundo en el Norte, la Cordillera de Los Andes por el Este, el Océano Pacifico por el Oeste y los Hielos de la Patagonia, barreras naturales que lo aíslan y protegen fitosanitariamente del resto del Continente, le permiten el desarrollo de una agricultura sana, casi sin la necesidad de uso de Agroquímicos.
Es el único país en el mundo libre de Filoxera, esta plaga marcó un antes y un después en la historia vitícola del planeta. Provocó una grave crisis vitícola en Europa a partir de 1863. Se necesitaron más de 30 años para superar la plaga gracias a porta-injertos de origen americano que eran naturalmente resistentes a la filoxera. A estas vides se le comenzaron a llamar de Pie Americano y hoy componen gran parte de las viñas que se cultivan en el mundo.
Chile es el único país en que se puede plantar directamente sin la necesidad de porta injertos, técnica que se conoce con el nombre de Pie franco, por lo que la variedad está en estado puro. La ventaja de estas vides es que la planta tiene una raíz principal capaz de penetrar a una gran profundidad y extraer la mineralidad, para luego aportar a los vinos singularidad y obtener vinos de altas calidades, otra característica es la longevidad del viñedo, cuando es de Pie Franco las parras pueden vivir por más de 100 años en estado productivo. Esta excelencia y su exclusividad han hecho que los vinos de Pie Franco, se hayan convertido en verdaderas joyas del mundo enológico.